La Audiencia de Girona ha empezado a juzgar al hombre que el 14 de junio de 2023 se atrincheró en un caserío de Les Guingueta (Ripollès) y disparó contra un vecino y dos agentes de los Mossos.
La fiscalía sostiene que el acusado vivía en el Mas de les Gelieres de Baix, a unos 25 metros del vecino que recibió el primer disparo y con quien tenía mala relación porque le quería cortar el cable que le hacía llegar luz.
El fiscal sitúa el ataque a las 8.30 horas de la mañana, cuando “sin discusión previa”, abrió fuego contra el vecino. Después, se encerró en el caserío hasta que entraron los Mossos a las dos de la tarde. Los recibió a tiros, hiriendo a dos policías. La defensa alega que el acusado tenía las capacidades mentales afectadas porque lo sometían a acoso inmobiliario.
La fiscalía solicita 30 años de prisión y le acusa de un delito de intento de asesinato, un intento de homicidio, un delito de atentado con instrumento peligroso y tenencia ilícita de armas.
La acusación particular eleva la petición a 44 años de prisión porque considera que el procesado es autor de un intento de asesinato, dos intentos de homicidio, tres delitos leves de lesiones y el delito de tenencia ilícita de armas.
La defensa, encabezada por el letrado Benet Salellas, argumenta que el acusado tenía las capacidades mentales afectadas y que la propiedad de la masía la había sometido a una “estrategia de desgaste y hostilidad” para conseguir que marchara.