Un temporero que trabajaba de forma irregular en una explotación agraria de Fraga (Bajo Cinca), murió el pasado viernes en el centro de salud después de que unos compañeros lo dejaran, ya en estado crítico, según informa Segre.
El hombre, de origen pakistaní, no tenía permiso de trabajo ni de residencia y a pesar de ello trabajaba cosechando fruta. Parece que los horarios no se adaptaban a las tórridas temperaturas de la llanura de Lleida, que ese día llegaron a los 39ºC, y el temporero comenzó a encontrarse mal.
Los compañeros de trabajo lo llevaron en una furgoneta al centro de salud de Fraga, advirtieron de su gravedad y se marcharon sin facilitar más datos, dejándolo allí abandonado. Una vez en el centro, los médicos se hicieron cargo, pero su estado de salud era crítico y no pudieron evitar su muerte.
Tanto la Guardia Civil como la Inspección de trabajo han abierto una investigación para averiguar las circunstancias de la muerte y el hecho de que trabajara de forma irregular, junto con otros compañeros. El caso lo instruye el juzgado número 1 de la capital del Bajo Cinca.
Por su parte, la comunidad pakistania está probando los 10.000 euros que cuesta el proceso de repatriación del cadáver a su país de origen.
