Pasó ayer martes a las tres y media de la noche, en la autopista AP-7 en el término de Solivella, Alt Empordà, cuando a un coche híbrido se le incendió la batería y acabó completamente calcinado.
A pesar de la intensidad del fuego y la peligrosidad de la situación, los ocupantes pudieron abandonar el vehículo y no se tuvieron que lamentar heridos.
Los Bomberos de la Generalitat fueron avisados y tuvieron que permanecer dos horas hasta conseguir extinguir las llamas. Parece que el origen del incendio estaría en la batería postero del vehículo que lo hace funcionar en modo eléctrico.
OTRA VEZ, LA BATERÍA
Los Bomberos ya se han enfrentado varias veces al reto de apagar la batería de un vehículo eléctrico. Generalmente, lo que hacen es confinar el fuego y dejarlas acabar de quemar.
El motivo es que cuando las baterías de litio sufren un cortocircuito, impacto o sobrecarga, suele entrar en fuga térmica, en la que se genera calor de forma descontrolada y puede provocar un incendio difícil de extinguir.
Las dificultades para apagar un fuego de este tipo radican en las altas temperaturas que se alcanzan (superiores a los 1000º C) y la reacción química de sus componentes (que favorece la ignición incluso sin oxígeno).